Hace 20 años la compañera de clase de Sandy Shortt desapareció, desde entonces ella se ha obsesionado con las cosas perdidas, encontrarlas se ha convertido en su obsesión, le ocurre con las llaves de su coche, como con otras cosas pequeñas pero de cierta forma “importantes”
Le recomiendo este libro a aquellos
que piensan mucho en los demás primero que en ellos mismos, yo, Jorge, lo veo
como un acto de nobleza, humildad y solidaridad pero en ocasiones llega a ser contraproducente.
Digo contraproducente porque esa idea
de pensar antes en los demás que en ti puede obligarte a dar una vuelta de 180°
a situaciones/circunstancias que creías que tenías controladas.
A Sandy Shortt le sucedió esto, ella
ofrecía esperanza a los familiares de los desaparecidos al dedicar su tiempo y
esfuerzo para encontrarlos.
Sandy se pierde también y lo que debe
hacer es pensar en ella primero y seguirse dedicando a buscar pero esta vez a
una persona que pueda devolverla a casa.
Cuando perdemos cosas, pasa el tiempo y
pensamos que no podremos encontrarlas, este libro nos abre la posibilidad de
pensar que todas esas cosas están en algún lugar alterno.
El libro “un lugar llamado aquí”, y el pensar
en ustedes y en los demás equitativamente son mis recomendaciones de hoy, ¡bendiciones!
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