viernes, 24 de agosto de 2012

Quinta publicación: Todo un personaje…


Este 21 de Agosto tuve la oportunidad de estar presente en la obra “¡Me llamo Pablo!”, que se llevó a cabo en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural Bicentenario de Madero. Esta obra fue producción de Rogelio Herrera bajo la dirección e interpretación del actor Carlos Bracho, con el apoyo de Daniel Lacy, el cual representó algunos personajes clave en esta obra.

“¡Me llamo Pablo!” habló sobre la vida del famoso Pablo Neruda, en esta obra descubrimos un poco más acerca de la vida de este gran poeta y diplomático, como por ejemplo, la razón del cambio de su verdadero nombre (Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto) por Pablo Neruda; de su relación con sus padre, sus amigos y un poco acerca de su vida amorosa y la historia detrás de su poema “Bella”.

Disfruté mucho esta obra, porque puedo decirles, que a pesar de no conocer muy a fondo a Pablo Neruda, sentí que esta oportunidad la aproveché demasiado bien, no sólo por saber un poco más acerca de este poeta, sino porque conocí a Carlos Bracho, y déjenme decirles, jamás había estado tan cerca de una persona como él, y no me refiero a su “fama” o por el simple hecho de que sale en la televisión.

Carlos Bracho es todo un personaje. Sinceramente no he visto nada de Carlos Bracho en una pantalla, y si acaso lo he hecho, realmente no lo recuerdo, y me da una lástima, pero bueno, ¿Qué puedo hacer si realmente no me gusta mucho la tv?... el caso es que no me refiero a su fama o al hecho de que salga en la pantalla chica o grande…

Es todo un personaje, porque, sin  haberlo visto antes, sin saber nada acerca de su carrera ni de él, logró transmitirme tanto… estuve a punto de llorar como dos o tres veces, y reí como no tienen idea… disfruté tanto de escuchar su voz que temblaba, disfruté tanto de sus vacilaciones, de sus gritos de alegría, de su voz bajita cuando el personaje tenía un recuerdo distante… disfrute sus ademanes, sus sonrisas, sus miradas al público… ¡rayos! Disfruté absolutamente todo…

Pero realmente lo que más me marcó, y espero jamás olvidar, fue su sencillez; al terminar la obra, permitió que nos tomáramos fotos con él, firmó autógrafos y compartió breves charlas con los presentes.

A pesar de la pena y los nervios que sentía, no pude desaprovechar la oportunidad, me acerqué, pedí permiso para tomarme una foto con él y le dije, le dije la verdad, jamás me habían transmitido algo tan fuerte, le dije que era un honor conocerlo y al final, lo felicité; lo cual sinceramente se me hizo algo tonto después de pensarlo, ya que percibí que él hacia todo sin esfuerzo alguno, entonces, ¿por qué la felicitación?... bueno, si a caso debió de haberme felicitado él a mí por haberme interesado en estos tiempos por algo que todo el mundo, o la gran mayoría, ve como algo inservible u obsoleto, me refiero al teatro.

Si antes yo pensaba que los actores de teatro eran mucho mejores que los que salen en la televisión, ahora estoy segura de ello. No hay nada como saber llevar la improvisación y poder tener contacto con el público justo después de presentarse.

Escuchó atentamente todos los comentarios de los demás, mirando a todos a los ojos. Cuando fue mi turno de pasar y observé sus ojos mirando fijamente los míos, sentí algo mágico, algo que no había sentido nunca: sentí como si pudiera descifrarme por completo con esa sola mirada… como si pudiera escuchar mis pensamientos veloces; a través de esa mirada,  pude percibir su amabilidad y sabiduría; me sonreía de una manera tan cálida y humilde… Jamás creí que conocería a alguien así en mi vida, no en estos tiempos…

Con todo esto, creo que Carlos Bracho viene de otro planeta…

Si llegase a leer esto algún día le diría gracias de nuevo, gracias por exponerse en estos tiempos sólo para podernos compartir, a nosotros los mortales (haha), algo de cultura y profundidad… Gracias por haberme transmitido eso que pensé sería muy difícil de encontrar, por no decir imposible. Gracias por su tiempo y su autógrafo, el cual, espero nadie piense que es exageración, enmarqué en mi portarretratos favorito.

La razón de esto último: Mis amigos, al salir, me dijeron que me veía muy feliz, tanto que mis ojos brillaban… No dejaré que ese momento se me olvide, me aferraré a ese momento cuando me embarguen los pensamientos pesimistas y crea que ya hay poca gente con calidad humana en este país.

Gracias de verdad, y gracias también a Daniel Lacy, el cual me sacó tantas risas, el cual recordaré siempre como una persona atenta a todo, un portador de sonrisas…

Les dejo estas fotos=).

Gracias por leerme. Espero poder encontrarme más personajes cómo este que describí por ahí =)…




 Con Carlos Bracho
 Con Daniel Lacy


"...Quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual." M.B.


Liz L.S.

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