"Delirio", de Laura Restrepo, trata de la locura dentro de una
historia de amor.
Los personajes principales son: Aguilar y su mujer,
Agustina. En esta particular historia, Agustina sufre de delirios, alucinaciones
que algunas veces no son fáciles de llevar por Aguilar.
Aguilar es un divorciado con dos hijos. Después de conocer a
Agustina, (quien es todo un personaje y 16 años menor que él) se desconcierta,
ya que él nunca había conocido a una persona así; algo extraña y con una
convicción increíble. Nunca imaginó que quedaría perdidamente enamorado de
ella.
Agustina, quien es una reconocida vidente, lucha con sus
propios delirios y enfermedades psicológicas para mantener su vida normal, cosa
que no le es fácil alcanzar.
La historia de Agustina se va revelando gracias a los
relatos que en el libro forman parte importantísima. Relatos de su tía Sofi;
del testimonio que dejó su abuelo Portulinus y su abuela Blanca escritos en
diarios personales que cada uno llevaba; Midas McAlister (quien tiene conexiones con un narcotraficante reconocido), que es ex novio de
Agustina, el cuál realmente la amó, pero no pudo nunca ofrecerle lo que ella merecía; y, por último, propias descripciones que Agustina nos ofrece, ya estando sana, de
su infancia.
Al principio, no es fácil de comprender, ya que mezclan las
historias de todos estos personajes, pero conforme se avanza en la lectura, todo va cobrando sentido.
Una vez que somos capaces de comprender cada uno de los
relatos y vemos cómo se van entrelazando, vemos que el amor entre Agustina y
Aguilar es verdadero, ya que éste último la acompañó en todos sus episodios de
locura. Algunas veces dudó si sería capaz de seguir más con ello, pero, por
todo el amor que se tienen y que se logra describir a la perfección, se queda a
su lado.
"Delirio" sin duda arrancará lágrimas, risas, expresiones de
confusión, pero sobre todo, de una ilusión: la ilusión de encontrar a un amor
verdadero y tan fuerte como el de estos dos personajes principales.
"Y luego te pregunto por qué me miras con odio, Agustina amor mío, será que no me recuerdas, pero a veces sí, a veces parece reconocerme, vagamente, como entre la niebla, y sus ojos se reconcilian conmigo por un instante, pero sólo un instante porque en seguida la pierdo y vuelve a invadirme este dolor tan grande."
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